El cristal laminado está compuesto por dos o más hojas de cristal monolítico, unidas entre si mediante una lámina plástica de PVB (polivinil butiral, aplicada mediante calor y presión. Tiene la propiedad de mantenerse integro ante una rotura, evitando los desprendimientos de los trozos de vidrio, minimizando el riesgo de producir heridas. Además, brinda una protección superior ante intentos de robo. Pueden estar compuestos por cualquier tipo de cristal, no siendo necesario que coincidan en sus espesores y las láminas de PVB pueden variar en incoloras, esmeriladas o blancas. Filtran el 99% de los rayos UV, por lo que son ideales para proteger muebles y objetos del desgaste por la irradiación solar y aumentan la aislación acústica frente a un vidrio monolítico común.